Una investigación presentada en el Congreso Europeo de Psiquiatría 2025 sugiere que el cannabidiol (CBD) podría mejorar síntomas del trastorno del espectro autista (TEA) en niños y adolescentes, sin aumentar los efectos adversos.
Un enfoque prometedor desde la ciencia
Un metaanálisis clínico presentado en el Congreso Europeo de Psiquiatría 2025 analizó los efectos del cannabidiol (CBD) en 276 pacientes de entre 5 y 21 años con diagnóstico de trastorno del espectro autista.
Los resultados mostraron mejoras significativas en tres áreas clave:
- Interacción y respuesta social
- Reducción de conductas disruptivas
- Calidad del sueño
El tratamiento consistió en dosis progresivas de CBD (de 1 a 10 mg/kg diarios), con un perfil de seguridad favorable y sin diferencias significativas en efectos adversos frente al placebo.
Precaución ante todo: aún no es un tratamiento estándar
“El CBD muestra efectos positivos, pero se necesitan más estudios para confirmar su eficacia y seguridad a largo plazo.”
— Lara Cappelletti Beneti Branco, investigadora principal
“Una esperanza para las familias que enfrentan la frustración de tratamientos limitados.”
— Profesor Geert Dom, presidente de la Asociación Europea de Psiquiatría
A pesar del potencial terapéutico observado, los expertos insisten en que aún no se debe considerar al CBD como una terapia estándar para el TEA. Es esencial contar con más estudios clínicos amplios, bien diseñados y con seguimiento a largo plazo.
¿Qué significa esto para el futuro del TEA?
El TEA afecta aproximadamente a 1 de cada 100 niños en el mundo. Las opciones terapéuticas actuales son limitadas, y muchas veces insuficientes para mejorar la calidad de vida de quienes lo viven.
Este estudio representa un paso alentador hacia nuevas alternativas, y abre la puerta a un posible uso del CBD como complemento terapéutico. Sin embargo, su aplicación debe ser siempre supervisada por profesionales de la salud y basada en evidencia científica actualizada.